sábado, 22 de octubre de 2022

QUERIDO LECTOR

             Querido lector:

No sé hasta qué punto tendrás empeño en escudriñar en lo que fue y quedó ahí oculto entre ruinas, o entre nubes de palabras. O más ampliamente, si sentirás inquietud por comprender aquello que el vértigo de los tiempos terminó devorando.

Sea o no de tu interés, ya te digo que todo eso que fue está ante ti, aunque exprese su presencia a retazos o a golpe de expresiones de gentes que te rodean. Es difícil escapar de la voracidad del tiempo. Probablemente eso lo habrás experimentado si ya tienes una edad.

 A poco que te detengas a observar las cosas que te rodean percibirás esa voracidad y te harás preguntas. Incluso llegarás a coger empeño en buscar respuestas que lo más seguro no existen.

Poco más o menos esas son las razones que me han llevado a reunir los avatares de la vida de Teófilo Fernández para poder contártelos y de esa manera aliviar el peso de las cosas que fueron y descargan en mis pensamientos con tanta frecuencia que a veces me atormentan, sobre todo por esa manía que tenemos algunos de pensar que quizás habría sido mejor que las cosas del mundo hubiesen transcurrido de manera diferente a como lo hicieron, aunque eso ya no tenga remedio. Pero probablemente eso a ti también te suceda, porque nada es perfecto, ningún devenir es satisfactorio plenamente. Incluso, cuando estás convencido de algo, viene la vida y te corrige esa convicción. Así que me vas a permitir que te cuente la historia de Teófilo y su gente, de sus antepasados y sucesores, y de algunas cosas sustanciales, de los tiempos y los lugares en los que transcurrió. Espero que te resulte de interés.

Todo esto te lo transmito de manera poco firme y llena de especulaciones, tal y como se desprende de mis anteriores palabras. Porque así son las cosas, según creo.

En definitiva, mi ánimo es, querido lector, compartir contigo mis inquietudes, así como exponerte mis incertidumbres, desalientos y, por supuesto también, mis hálitos de esperanza.

 

Un afectuoso abrazo.

 

Jesús López García

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